En
los años posteriores a la Independencia la moneda continuó siendo
escasa , pese al desarrollo de algunas actividades como la minería
en los Montes del Aguacate y la producción cafetalera, las que favorecieron
el aumento de la circulación de moneda. Por esta razón, junto
con la moneda nacional siguió circulando la de origen colonial y las
de otros Estados de América, las que eran habilitadas o autorizadas
para circular por el gobierno, impriméndose un sello.
En el año 1863 se establece el sistema decimal, lo que conllevó
a la desaparición del sistema monetario de reales, escudos y onzas,
y el establecimiento de una nueva unidad monetaria, EL PESO.
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